
05 Feb comprender nuestro trabajo: el primer paso para el compromiso
comprender nuestro trabajo: el primer paso para el compromiso
¿Por qué algunas veces sentimos que nuestro trabajo es una carga, más que un compromiso personal? Es común que la rutina nos absorba y el tiempo se nos pase de tarea en tarea sin meditar sobre lo que estamos haciendo y su significado. De hecho, entre las prisas y la exigencia de metas a corto y mediano plazo, nuestro trabajo puede convertirse fácilmente en un cumplir con tiempos y completar tareas específicas (de una calidad media) más que en un trabajo excelente cuyas implicaciones y propósitos comprendamos profundamente, y donde nos sintamos retribuidos en todo sentido (no sólo con nuestro salario).
Un trabajo motivador y satisfactorio requiere que nos tomaremos el tiempo para analizar, no sólo nuestro propio trabajo, sino todos los aspectos que influyen sobre éste. El trabajo comprometido y en colaboración crea una cultura de trabajo en la que reflexionar constantemente sobre el proceso, la rutina, las metas y la razón de nuestro esfuerzo diario se convierte en una costumbre con efectos positivos no sólo para la productividad sino para nosotros mismos. De este de modo los integrantes de una organización pueden hacer conciencia de la importancia del papel individual y grupal.
El ambiente colaborativo, alineado en una cultura de trabajo ético, excelente y comprometido, hace que las personas se sientan más identificadas y por lo mismo mejor con su trabajo. Todo esto debe ser resultado de un proceso, del estudio, la práctica, el intercambio, la experimentación y sobretodo apertura. Al abrirnos a una nueva manera de ver y hacer las cosas, los beneficios serán claros en poco tiempo para todos.
Comprender el propio trabajo y comprometerse con este (o incluso buscar otro que con el que si nos identifiquemos y estemos dispuestos a comprometernos) significa adoptar una nueva visión y una nueva filosofía de vida. El trabajo no es un peso que debemos cargar, es una fuente para la realización personal. El efecto de cambiar de perspectiva, será evidente no sólo en el contexto laboral sino también en el hogar y por lo mismo en nuestra sociedad.
El trabajo puede ser un espacio para el aprendizaje y la construcción a nivel social siempre que esté garantizado lo necesario para poder vivir dignamente y existan metas trascendentales asociadas a este. El trabajo, bien entendido y realizado, también puede ser una fuente de satisfacción y felicidad.